Punta del Agua remonta sus orígenes al año 1700 y por eso su existencia es testigo de la aparición de la mayoría de los pueblos de estas tierras. La localidad fue posta del Camino Real desde 1748.

Entre 1817 y 1823 de los 10 viajes realizados por el General José de San Martín por el camino Real entre Buenos Aires y Mendoza, varios pasaron por Punta del Agua. La misión del Libertador en la zona era resguardar el tráfico del asedio indígena en la zona sur de la Villa de la Concepción (hoy Río Cuarto).

En 1824 ofició Misa en la primera capilla del pueblo el sacerdote Mastau Ferreti quien posteriormente fuera el papa Pío IX.

Punta del Agua es un pueblo que hacia 1914 contaba con 6.674 habitantes y que hoy llega escasamente a los 200. Fue la construcción del ferrocarril en la zona de Hernando en 1913 lo que selló su destino. Sin embargo, arraigada en su fe, dando sentido a su creación como parte del fervor religioso que los españoles le pusieron a estas tierras, la localidad sigue viva y con una historia rica y creciente.

Los orígenes

Con la concesión de la merced (recompensa) a Pedro Ferreyra de Aguiar, descendiente de los antiguos colonizadores de esta zona, comienza la historia de este pueblo.

Las tierras fueron solicitadas por Aguiar –nieto del Capitán Alonso Díaz Caballero– porque sus abuelos habían sido de los pobladores y conquistadores del territorio cordobés.

Aguiar expuso como argumento de su pedido que sus padres quedaron pobres a causa de la muerte del abuelo en manos de los indios rebeldes de esta provincia. La cesión de las tierras fue confirmada por el Gobernador y Capitán General de la gobernación del Tucumán. En el año 1724 Francisco Vásquez compra parte de la merced concedida a doña María Sosa, descendiente de los primeros habitantes y allí se inicia la época de asentamiento de vecinos.

Por “culpa” del ferrocarril

Semanas atrás visitó la localidad el historiador y cineasta Mario Penna de la ciudad de Villa María. Fue contratado por la Comuna para asesorar a Elba de Gastaudo y a sus colaboradores sobre el armado final del libro que comenzó a escribirse hace ya cinco años.

“Punta del Agua ha pasado por todos los períodos históricos desde el pre-hispánico hasta la actualidad. Estas poblaciones fundadas en torno a una capilla se resisten a desaparecer porque a pesar que tienen muy pocos habitantes cuentan con las bases de la fe”, había expresado Mario Penna, historiador y cineasta a RH1 dos dećadas atrás.

“Si no hubiera sido por el ferrocarril muchos pueblos no hubieran sido importantes. Todas las estaciones surgieron como una línea directa hacia Buenos Aires, hacia el puerto donde se llevaba el fruto de las cosechas. El lugar elegido para instalar las estaciones fue una cuestión meramente económica y en esto puede considerarse que los fundadores de Hernando pegaron primero al donar las tierras para su radicación”, dijo.

La Virgen del Rosario

La población de Punta del Agua es devota de la Virgen del Rosario. La adoración surge en muchos pueblos de la zona porque cuando uno de los ejércitos de Jerónimo Luis de Cabrera (fundador de Córdoba) salió hacia el sur, fue encomendado a esta Virgen.

Según los datos aportados por la Comisión Pastoral de la localidad, el templo que actualmente los cobija data del 17 de noviembre de 1937 y fue construido en el mismo lugar donde funcionaba la vieja capilla que había mandado a construir la familia Vásquez en 1729 (y que inexplicablemente fue demolida en la década del 30).

Un grupo de fieles, paralelamente, está tratando que el templo sea elevado a la categoría de santuario. Para esto ya se hicieron varias presentaciones ante el Obispado de la ciudad de Villa María. El pedido se basa en la gran cantidad de milagros realizados por la Virgen a lo largo de la historia según los testimonios escritos y orales conque se cuenta.

Leyendas y milagros

Hay una valiosa leyenda que señala que la imagen de la Virgen aparecía en la vieja capilla con el manto lleno de rosetas (espinas) cada vez que se presentaban los malones indígenas. Según testimonios de la época y que constan en escritos, la Virgen frenaba a los indios que asediaban la localidad tratando de evitar el pillaje y haciendo que se acercaran a la iglesia.

La imagen de esa Virgen aún se conserva en el templo. Según Elba de Gastaudo, “los Vázquez trajeron dos imágenes pero una se perdió. Ocurre que hasta poco tiempo atrás mucha gente las consideraba de su propiedad como si fueran una herencia de los antecesores. Gracias a Dios esa etapa se terminó”, indicó.

Elba cuenta con muchísimos testimonios de lo que pueden ser considerados a priori milagros y que deberán ser analizados por el Obispado de Villa María. Uno de ellos data de comienzos de milenio cuando una niña de tres años de la localidad de Las Perdices se perdió y fue encontrada en el ingreso a Punta del Agua.

Mayúscula fue la sorpresa de todos cuando esa niña identificó –con su precario lenguaje– en la imagen de la Virgen del Rosario “a la señora con un bebé que la había ayudado”. Todavía hoy se realizan peregrinaciones de encuentro entre las dos localidades.