Desde ya que la cantidad de agua caída la semana pasada en gran parte de la zona norte de la provincia de Buenos Aires fue una verdadera excepción, teniendo en cuenta el historial. No sería tan extraño de aquí en más que se pudiera repetir y para eso hay que estar preparado: canales limpios, costas de ríos y arroyos desmalezados, lotes inundables sin personas viviendo allí, ya que la naturaleza los puso ahí para que sean el acopio de los desbordes. Allí hay un problema de política que autoriza urbanizaciones donde no se debe. Fueron 400 mm, consecuencia de la acumulación de mucha humedad en la atmósfera y temperatura que hizo recordar un marzo en mayo. Llegaron los vientos fríos y se desencadenó la hecatombe. Tenemos un Atlántico muy cálido cerca de las costas en el sur de Brasil, la costa uruguaya y la costa bonaerense. Eso genera que los vientos que ingresan estén cargados de humedad y con temperatura. De hecho, esta semana tendremos entre martes y miércoles un caso similar, más acotado, y con posterior ingreso de vientos del suroeste, muy fuertes que se llevan las tormentas al Litoral. Como siempre Leonardo Trujillo, y su columna de cuidado del medio ambiente. EN AUDIOS, EL PROGRAMA COMPLETO.