Un 28 de agosto de 2010 ingresé a la casa de mi padrino de 99 años y lo encontré a él, a su hermana, a su sobrino y a mi mamá de 75 años (quien estaba de visita) brutalmente golpeados. A mi madre la asesinaron ese día pero, como creo que tenía cosas aun por enseñarme, vivió en estado vegetativo hasta el 23 de diciembre de 2010. Mi padrino murió antes y no se pudo acreditar que su muerte hubiera sido por causa directa de los golpes recibidos ese día.
A
partir de este hecho la vida me puso en una encrucijada, debía elegir qué persona
iba a ser a partir de ese inmenso dolor,
de esa inmensa injusticia. Y decidí que había venido a ser feliz a este mundo,
a vivir en paz, a trabajar por una sociedad donde los humanos nos reconocemos
como tales a pesar de nuestras diferencias y buscar la verdad de ese día para poder hacer
justicia. El odio, el rencor, la venganza no pudieron anidar en mí. Asumo que
me costó reconocer que un humano pudiera
matar de esta manera.
Y
así ingresé a un mundo nuevo llamado Poder Judicial. La etapa de Instrucción
fue un remar en aguas oscuras, contra corriente pero como éramos muchos (fiscalía,
investigadores judiciales, familiares) y cada uno desde su rol con un objetivo
común pudimos llegar a la orilla de la verdad de ese 28 de agosto de 2010.
Adquirí
un nuevo rol, el de querellante y así llegue al juicio este 21 de junio de 2017
en la Cámara Criminal y Correccional S1 de Rio Tercero con la intención de
interpelar la verdad que traíamos de la etapa de Instrucción.
En
este proceso judicial ninguna prueba fue impugnada, ningún testigo que indicaba
al imputado como el responsable de los hechos fue declarado en falso
testimonio. No me olvido que a su concubina antes de declarar se le aclaro dos
veces cuales serían las consecuencias si sus dichos no eran veraces. El primer
día de juicio el imputado declaro que “mató a su amigo en Buenos Aires por ello se vino a vivir a
nuestra zona con DNI falso que acreditaba una nueva identidad, con el cual pudo
trabajar en blanco, sacar créditos que no pago”.
El
día que asesinaron a mi mamá el imputado fue a realizar una loza en la casa de
la calle Guatemala 50 de Hernando e invitó por única vez al hijo de su
concubina a trabajar en la misma, en esa obra luego hubo asado y bebidas
alcohólicas como es lo usual y tuvo una
discusión o pelea con un compañero. El responsable de la obra llegó y le ordenó
que se retirara. Se va solo en bicicleta en horas de la tarde. El declara otra
versión, dice “que se van todos juntos y que se fue a la casa de su concubina, y
como la llave no estaba en el lugar habitual donde se guardaba, él se fue a
dormir detrás de la casa sobre un bordo de tierra y luego su concubina lo
despertó”.
Ningún
testigo confirmó esta declaración. Ese día su concubina viajó a Villa María
dejando al cuidado de su casa a su nuera y es quién lo ve llegar al imputado
ensangrentado en la única bicicleta de
mujer de color rosa/lila, el día que su novio fue trabajar en la loza junto a
la pareja de su suegra, y se asustó del
estado que presentaba. Al llegar su
concubina del viaje también ve al
acusado ensangrentado, el imputado la encierra
a ella en una pieza, quema la ropa en un pozo fuera de la casa, ella lo ve
desde la ventana de la habitación, luego le reconoce que había sido el
responsable del hecho: “el acusado quería plata para viajar a Buenos Aires, le expresa que cree que mato a
una vieja que le quería pegar por lo que la golpeó contra una mesada, que se fue
por la calle Soldado Giraudo, que perdió la gorra y tiro unos perfumes”. Amenazó
a su concubina que si lo decía le iba a
matar a sus hijos y que ella ya sabía lo que se sentía porque ya se le había ahorcado
uno. En el juico expresó el imputado que su concubina lo acusaba para quedarse
con los bienes que tenían juntos, y no
se acreditó en el juicio bien alguno perteneciente a su persona.
Cuáles
fueron los dichos donde los testigos luego de casi 7 años no fueron precisos.
·
Si
el TV estaba prendido o apagado.
·
Cuales
luces estaban prendidas.
·
Como
estaba detalladamente vestido el imputado.
·
A
que había viajado la concubina a Villa María.
·
Fechas
y horas exactas.
·
Quién
llamó a quién (si concubina a nuera o viceversa)
La
policía secuestro elementos:
o
Una gorra que recuperaron jóvenes en la calle Soldado
Giraudo que se le cae a un joven que pasa en bicicleta en contramano viniendo
desde San Martin al 400 y que no se
detiene a recogerla. Se reconoció que es propiedad del imputado.
o
Unas llaves antiguas que tira la persona que se le cae la
gorra y es recuperada por los mismos jóvenes. Se lo ve insultar y nervioso a la
persona joven que las tira.
o
Un buzo entregado a la policía por la sobrina de mi
padrino cuando limpiando la casa descubre en la habitación donde estaba la caja
fuerte debajo de otras ropas este buzo que no pertenecía a los abuelos. El
mismo fue reconocido como un buzo que utilizaba el imputado para trabajar. Tenía
sangre pero no se pudo ni reconocer el grupo sanguíneo. Este
secuestro no fue de público conocimiento y uno de los policías lo
reconoce como el secuestrado.
Todo esto no alcanzo para que el Sr. Fiscal
lo acusara a pesar de su “íntima convicción que el imputado era el culpable”.
El tribunal de la Cámara Crimen
Correccional S1 de Rio Tercero lo
Absolvió de manera unánime. Y nuevamente me encuentro frente algo que no
entiendo que pasó.
Con
relación al proceso judicial:
ü Me pregunté por qué
será que las primeras palabras del Sr. Fiscal cuando comenzó el debate ya
expresaban “que ante la duda no se podía condenar” sin ver, ni escuchar ningún
testigo o prueba alguna.
ü Sentí mecanismos disciplinarios
hacia la querella, espero que no se hayan aplicado a otros participantes de
este juicio.
ü Tuve la sensación de que
las preguntas partían de un supuesto compartido por el Sr. Fiscal,
el Tribunal y Abogado Defensor: “El imputado es bueno y los testigos
mienten”, lo cual corroboré, cuando personas ocasionales que observaban el
debate me expresaron espontáneamente su mismo sentir.
ü Vi un trato diferente
hacia los investigadores judiciales y los agentes policiales. A los primeros se
los cuestionó sobre su accionar y de los segundos poco pudimos saber dado que
toda la verdad estaba en tres superiores, que nunca el Sr. Fiscal llamó como
testigos.
ü No entendí porque el
Sr. Fiscal, previo a
los alegatos finales, no nos pudo informar si pediría condena, y nos sorprendió
ese día con su pedido de absolución cuando, supuestamente, estábamos
representando similares intereses (la búsqueda de justicia y condena). Y
tampoco entendí luego del veredicto el Sr. Fiscal se mostró más comprometido
con nuestro posible recurso de casación que con su actuar en el debate.
ü En su alegato el Sr.
Fiscal no reconoce que la declaración no veraz del acusado es tomada como
indicio condenatorio, sí se lo escuché en sus declaraciones a los medios de
comunicación. No lo escuché referirse al buzo y la gorra en su alegato, sí habló de la concubina del imputado. Decidió
tomar las expresiones de la hermana de mi padrino (ella con demencia senil) que
habló de dos personas y no a la del médico que especificaba que los golpes
pudieron ser realizados por una sola persona.
ü Necesitaré mayor
análisis para determinar actitudes prejuiciosas en el juicio, yo considero que
la verdad puede venir desde el lugar más oscuro, solo hay que tener el valor de
encontrarla.
ü Me pregunto por qué al jurado popular decidió algo tan opuesto a
nuestro sentir y pensar como comunidad. Decidieron vivir con la duda que pueda
volver a matar.
Y
aquí estoy nuevamente ante un hecho que no entiendo, ante una Justicia que no nos
cuida de nuestras zonas oscuras que tenemos como humanidad. Una justicia que no
busca la verdad solo toma partes de ellas para armar un relato que solo sirve
para generar una sociedad que se rige por la ley de la selva.
Ahora todos estamos en una encrucijada... ¿Qué ciudadanos vamos a ser?
Yo
les propongo que multipliquemos las “Cocas” en nuestra sociedad, esa mujer que fue solidaria y comprometida
con los que menos tenían o podían, dadora de tiempo y luchadora por lo que era
justo.
Esto
nos ha golpeado y tirado al piso a todos, pero nosotros estamos vivos para exigir que los agentes judiciales nos
expliquen y nos ayuden a construir una
Justicia que nos cuide a todos.
Espero
que la lectura de los fundamentes de la absolución
en Audiencia Pública este 1 de agosto a las 13 horas sea un comenzar a andar
juntos para lograr este objetivo.
Querellante Laura
Marina Castellano
DNI 22444240